Mucho se ha escrito acerca de la hermenéutica como la ciencia y el arte de la interpretación bíblica. Es una ciencia porque se rige por reglas y principios que demandan nuestra más alta consideración, aun así es un arte porque es una habilidad que se aprende y con ello trae repercusiones y satisfacciones eternas.

​

Si Dios le ha llamado para predicar las buenas nuevas de Jesucristo a los perdidos, usted es su mensajero. Si Él le ha llamado a plantar nuevas iglesias, usted también es su mensajero. Sí usted es un mensajero de Dios, usted está llamado a prepararse para interpretar las Escrituras. Hay quien pueda decir “yo no necesito prepararme para interpretar la Biblia, yo solo leo la Biblia”. Pero todo acto de lectura es también un acto de interpretación; Albert Mohler argumenta que no se puede leer algo sin interpretarlo. Él dice que ser humano es ser una criatura hermenéutica, una criatura que interpreta. Él continua diciendo que nos involucramos en un proceso de interpretación desde el momento en que salimos del útero. Estamos constantemente observando y aprendiendo, y en cada punto, actuamos como intérpretes de todo lo que sentimos, observamos y experimentamos.

​

Sí alegamos que, ‘no necesitamos prepararnos para interpretar las Escrituras o que no necesitamos la hermenéutica bíblica’, bueno, la verdad es que queramos o no ya estamos usando un sistema de hermenéutica y es muy probable que sea un sistema erróneo.

Este año en Portavoces queremos proveer las herramientas necesarias para comprender lo que los autores bíblicos originales pretendían y así puedas entender el significado original para la audiencia original. Pero no solo eso, sino que queremos ayudarte a descubrir cómo contextualizar y aplicar ese mensaje a el día de hoy, en tu contexto, en el lugar donde ministras, a tu propia audiencia.

​

Ser fieles interpretes bíblicos no solamente nos prepara para exponer correctamente las Escrituras en nuestro contexto, sino que nos prepara para llevar a cabo la Gran Comisión por medio de la plantación de iglesias (Mat. 28:19). Esto es posible porque trazamos correctamente un texto que es la Palabra de Dios (2 Tim. 2:15), entendemos el gran impacto que su mensaje causa en las vidas de las personas y además, la indiscutible relevancia del mensaje nos obliga a llevarlo a otras audiencias, ya sea en nuestra región o en un contexto, lenguaje o cultura totalmente diferente (Hech. 1:8), para la gloria de Dios y salvación de muchos.

HOS

​

¡Los esperamos!

​

NOTA: CONFERENCIA EXCLUSIVAMENTE PARA VARONES